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La traducción literal de networking sería “trabajar tu red de contactos”.

hacer networking: “acudir a actividades y eventos con el fin de incrementar la red de contactos profesionales y buscar oportunidades de negocio”.
¿Cómo rentabilizar el networking?. ¿Qué recomendaciones seguir?
La norma básica del networking es que todo contacto que se haga debe tener una razón de ser. Es decir, que todo contacto debe responder a un interés concreto. Puede servir a tus intereses o a los intereses de los contactos de tu red.
Esto no quiere decir que toda gestión de networking debe tener un ROI (retorno de la inversión) inmediato, es la táctica de ir sembrando para luego recoger.
La regla de oro es ofrecer sin esperar nada a cambio. El boomerang siempre acaba volviendo.
La estrategia correcta del networking es la de empezar de abajo a arriba. Para ello, hay que crear una comunidad de seguidores con los que interactuar en distintas redes sociales. Para tejer la red, se comienza por los círculos más cercanos (familiares, amigos….) y se va ampliando el círculo con profesionales más cualificados y cercanos a los intereses.
Uno de los errores más frecuentes en el networking es dar muchos palos al aire porque no se sabe quién es el contacto cualificado que necesitamos captar para nuestro objetivo. Hay que evitar, en la medida de lo posible la puerta fría*, porque sus resultados son inversamente proporcionales al tiempo invertido.
Hay que empatizar con los contactos pero de forma honesta. Siempre es mejor que un contacto recomiende la actividad de otro.
Los mandamientos no escritos de networking pueden ser:
- Dar sin esperar nada a cambio. Piensa cómo puedes ser un recurso para los demás. Ser generoso y sincero. Da sin esperar nada a cambio.
- ¿Qué te interesa de los otros? Una vez que te marques tus objetivos, analiza quién te puede ayudar y qué vas a hacer para llegar a ese contacto.
- Calidad frente a cantidad. No acapares contactos. Sólo aquellos que puedan aportar valor a tus objetivos.
- Cuida a tus contactos. Averigua las preferencias e intereses de tus contactos para estar siempre en alerta cuando lo necesiten y creas que les puedes ayudar.
- Retroalimentación. Piensa cómo pueden ayudarse tus contactos entre ellos.
- Encuentros cara a cara. Desvirtualiza a todos tus contactos. Promueve los contactos físicos.
- Eventos presenciales. Sólo acude a aquellos que te puedan aportar valor.
- Redes sociales. Aprovecha las ventajas que aportan las redes sociales para gestionar tu agenda de contactos.
*puerta fría: acceder a alguien para venderle algo sin que te conozca previamente
Información basada en: revista emprendedores julio/2014